Este drama protagonizado, producido y dirigido por Clint Eastwood, es una de las obras más recientes del mismo. Lo más destacable es la impecable actuación de Eastwood, quien realiza una interpretación admirable de quien posiblemente fuere su mejor personaje. Es una bella historia que como todas las de Eastwood logra cautivar y emocionar al espectador hasta las lágrimas.
Inflexible y con una voluntad de hierro, Walt debe enfrentarse a un mundo en perpetua evolución que no comparte en lo absoluto. Tiene dos hijos con quienes a tenido una relación un poco fría y distante desde siempre, lo que es un tema no resuelto entre ellos pues sus hijos intentan hacer cosas buenas por él pero nada de lo que hagan le parece bien.
Para mala suerte de Walt, han llegado al barrio convirtiéndose en sus nuevos vecinos inmigrantes Hmong, del sudeste asiático, que él desprecia. Sin embargo, distintas situaciones hacen que Walt vaya simpatizando con sus vecinos llegando incluso a tenerles un especial cariño. El problema comienza cuando una pandilla comienza a molestar y presionar a sus ahora amigos vecinos por lo que Kowalski decide hacer algo definitivo para que dejen de entrometerse en sus vidas.
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